Después de haber hablado durante mucho tiempo sobre cómo “traer” el verano a las casas de la ciudad, finalmente ha llegado el momento de detenerse en las segundas residencias, aquellas junto al mar, quizás cerca de la playa, donde se puede pasar el calor y los meses más agradables del año, los de merecidas vacaciones.
Son muchos los consejos que me gustaría darte respecto no solo al diseño sino también al mobiliario y decoración de salas apta para casas de playa, pero todos giran en torno a seis puntos clave: distribución de los espacios interiores, materiales para pavimentos y revestimientos, realce de paredes y techos, decoraciones, paletas e iluminación. ¡Veámoslos en detalle!
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Espacios: cómo pensar y dividirlos
En mi opinión y gusto personal, las casas, especialmente las que están junto al mar, deben ser aireadas y luminosas. Sí al derribo de mamparas, a la minimización de los antiguos pasillos de los años 60, a la unión de salón y cocina quizás con una preciosa isla central que te permitirá organizar agradables cenas con show-cooking en compañía.
La armonía de formas, colores y mobiliario debe reinar entre los distintos espacios: cuanto más “unidas” están las estancias, más importante es el diálogo entre ellas. Es fundamental, sobre todo si sois más de 4 personas en la casa, conseguir un segundo baño, que será cómodo y funcional cuando vuelvas del mar para refrescarte antes de salir de nuevo.
También reserva un área, tal vez afuera pero cubierta y separada, para la lavandería (¡nunca hay suficiente espacio para lavar las sábanas y la ropa!). Otro punto importante está reservado para ventanas y ventanas: ¡melius abundare semper!
Opta por ventanas de altura completa, accesorios de colores suaves (o madera tal vez), ventanas grandes con vistas al mar, el bosque de pinos, el pueblo o quizás el jardín o la terraza. Deja entrar la luz, especialmente en estos meses “largos” del año, ¡y no te pierdas ni una sola puesta de sol!
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Los materiales para suelos y paredes
Pasemos a los pisos. Aquí también, la palabra clave es “claro”. Desde el roble al mármol pasando por el parquet blanco, los matices elegidos para el suelo son muy importantes para definir el estilo y el carácter de la casa.
Precisamente por eso, en un lugar como el mar, es una buena práctica preferir colores capaces de maximizar la luminosidad exterior, dando más “aire” a las estancias y al mismo tiempo manteniéndose neutrales para dar más protagonismo al mobiliario y decoración. En su lugar, se realizará una discusión separada para los baños y cocinas (en caso de que estén separados de la sala de estar).
Aquí puedes permitirte atreverte: baldosas de cemento de colores, suelos venecianos, mosaicos, cerámica con colores fuertes. Recuerde nunca ir más allá de 2/3 colores por habitación, posiblemente brillantes pero con tonos claros.
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Paredes y techos: todo lo que necesita saber
A estas alturas ya lo sabes: soy amante de los colores cálidos, los colores vivos, las combinaciones atrevidas, los metálicos, el dorado y los estampados. Creo que se debe realzar y decorar cada rincón de la casa: desde las paredes hasta los rincones “oscuros”, pasando por los techos (que muchas veces no se consideran y se dejan neutrales). En cuanto a las casas de playa, sin embargo, creo que debemos hacer un discurso diferente.
